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El 8 de marzo de 1908, 129 mujeres trabajadoras alzaban sus voces reclamando por sus derechos y por un trato igualitario, bregando por una sociedad más equitativa. A más de un siglo, y no obstante el sustancial avance legislativo, el eco de aquellas voces y de tantas otras de incansables luchadoras, nos impulsa a sostener aún nuestra proclama por el reconocimiento, la ampliación y el pleno goce de todos nuestros derechos.
Nos convoca a seguir trabajando individual, colectiva e institucionalmente para erradicar los prejuicios y estereotipos de género que pretenden dar sustento a todo tipo de desigualdades y sobre los cuales se erige el sistema patriarcal que aún nos limita y condiciona.
Nos invita a repensarnos como integrantes de esta sociedad llamada a la deconstrucción, luchando codo a codo en pos de una justicia y un poder judicial en clave de género y derechos humanos, que requiere inexorablemente una mirada crítica también hacia adentro de nuestras instituciones.
Para este 2023, ONU Mujeres ha trazado como objetivo trabajar por “un mundo digital inclusivo: Innovación y tecnología para la Igualdad de género". Esta meta nos convoca a aunar esfuerzos para vencer la tensión aún existente entre la igualdad formal y la igualdad de hecho, a problematizar la violencia que se suscita en aquel mundo virtual en el que niñas y mujeres quedan constantemente expuestas y desprotegidas. Nos desafía a encontrar los resortes para salvaguardarlas. A su vez, nos emplaza urgentemente a garantizar el acceso a la educación digital y la tecnología, incorporando de forma transformadora la perspectiva de género en un ámbito en el que éste se presenta como un obstáculo.
馃煟馃挭馃徎Hoy, 8 de marzo, nuevamente alzamos nuestras voces. Que las niñas y mujeres adquieran las herramientas para su empoderamiento. Que la paridad de género deje ser un ideal y se transforme en un hecho.
Comisión de Género del Colegio provincial.
